145,00 € IVA inluido
Este tambor se elabora a partir de materiales tan básicos como la madera y la piel. La Piel es de cabra y está sin tratar, es decir, se deja secar de forma natural. Los tensores se hacen también en piel. Su forma es octogonal, consiguiéndose así que la deformación de la madera por la tensión de la piel sea casi imposible. Por otro lado, hay que destacar lo liviano del tambor, pudiendo tocarlo durante largo tiempo, e incluso danzar y cantar con él, sin sufrir por su peso. La baqueta es simple también: madera forrada de algodón muy blando. Por último, la decoración con plumas nos acerca aún más al mundo chamánico de sus orígenes.
Pero quizás lo más importante de este tambor sea su especial sonido. Sonido Sordo,-sin apenas resonancia -, y profundo, -deep sound en inglés-, sonido que nos lleva directamente a sentir el corazón de la tierra. Dependiendo de su diámetro el tambor sonará más agudo o grave. A mayor tamaño, más grave.
Pero quizás lo más importante de este tambor es su especial sonido, profundo y resonante, que nos lleva a sentir el corazón de la tierra. Su tamaño produce una resonancia grave.
Incluye baqueta pro.
USOS
El tambor chamánico posee un fuerte carácter telúrico y mágico. Expresa el ritmo de la tierra, el pulso de la naturaleza y el del corazón humano.
Para tocarlo correctamente hay que sujetarlo fuertemente por los tensores posteriores y golpearlo suavemente con la baqueta. Para conseguir su toque más profundo hay que retirar la baqueta rápidamente después de percutirlo. Recordad que en el centro del tambor tenemos el grave, mientras que las áreas cercanas a los bordes suenan más agudas.
Lo recomendamos para rituales, ceremonias mágicas y chamánicas. O para la experimentación sonora que busca el latido ancestral de la tierra.
Ficha técnica
– Medidas: 50 cm aprox
– Peso: 800 g aprox
– Artesanía: Al ser un artículo realizado manualmente, puede tener variaciones en su peso, medida y aspecto de la piel.
– Instrucciones de mantenimiento: Conservar alejado de la humedad y el calor. Si pierde tensión debido a la humedad, puede utilizarse un secador de pelo de mano para volver a tensar la piel. Si por el contrario está demasiado seco, se puede pulverizar agua sobre la piel para que esta recupere la elasticidad.